En su mente, corazón o piel?
Mi cáscara la piel, al tacto la sintió y al contacto aun sé le reconoce. Mi cáscara con olor a veces fresa y otras manzana, discordia tal vez, seducción a veces.
Mi cáscara, mi piel, sensible al tacto, reservando su derecho de admisión para el contacto.
Piel que percibe e identifica, que se permitió tocar, sentir y aun recuerda.
La mente que idea, combate, conciente advierte, postula, argumenta, defiende, ella, también se dejó tocar, influir tal vez, y parte de esa tu mente se fundió a la mía y hoy parte de ella es dedicada a él, esa memoria que me recuerda que aun sus recuerdos no se olvidan.
La mente que marca el paso, delimita y bloquea, ella, se dejo tocar, conquistar, captaste su atención a tal grado que esa hora de partir le trajo un shock.
El corazón, que sencillo este mi corazón, fácil de tacto porque se deja sentir y tocar, disfruta y deja que le disfruten, él le perteneció y me abandonaba para seguir disfrutando de su pasión enamorada.
Todo él lo tocó y latió al ritmo que le planteó, sonrió, lloró, pero vivió, creció, maduro.
Y juega mente y piel cuando la vista y el tacto le miran, y hay pasión que se apasiona y reconoce deseando que se acerque, pero este corazón apenas regresando a mis manos ya se niega y le niega la entrada.
Hoy preguntándose en las razones de la negación, sencilla la respuesta, es estrella fugaz, fascinante su paso, con trayecto corto, la sonrisa y el deseo se conceden pero finalmente el cielo después de su viaje vuelve a quedarse solo, con el rastro de aquella luz que no tiene pretensiones de poner día de regreso.
Me pregunté hoy pensando en el destinatario, y me cuestioné cosas, interpretaciones y probables sentimientos de su parte, con sinceridad me enrede porque finalmente no estoy en su mundo y mi cabeza es uno distinto, pero compartiré la duda al no tener el valor de preguntar que fue lo que toqué en él, ¿si fue la mente, el corazón o me quedé en su piel?
Su cáscara, una idea, su latir?
Porque valiente no seré para remover de frente, porque si corazón me esta regresando y si al cuestionarle decide dejarme de nuevo, descorazonada no caminaré y estancaré de nuevo mi paso.
Pero me pregunto sentada sobre madera mojada, ¿me sintío en el corazón, en la mente o solo en la piel?
Dejé huella, un rastro, o solo fui por igual fugaz estrella?
Valiente corazón, guerrera mente, combativa piel...pregunten, que la duda a veces genera esperanza.
1 Comments:
Really amazing! Useful information. All the best.
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