el año ...

Y me mostraste la fisura que puede desprender mi figura en pedazos inmersos y tan distintos que su unión es amorfa a lo que imagino comúnmente.

Y me mostraste lo que puede desprenderse de mi figura si me olvido en dividir en mil pedazos y me comprometo a unificar mis sentimientos con las acciones que comunmente son las que tienen peso.

Y me mostraste la figura que de raices distintas conforman mi presente y todo aquello que en pedazos independientes me ayudan a distinguir la unión de mi esencia que tan amorfa a veces parece.

Y me mostraste los pedazos que saben unirse y reinventarse, me ayudaste a diferenciar un rompecabezas de un colage y de forma fiel me mostraste ese rostro que si no madura al menos reverdece.

Me mostraste en pedazos la figura que se desprende si una fisura le precede y me mostraste a levantar cimientos no en ruinas sino en terracería, me mostraste el polvo y la limpieza de las vitrinas, me mostraste la calidez del sexo pero la calidad del amor.

Me mostraste que la figura que tanto se cuida es tal vez la mas frágil y esa armadura de acero no sirve de nada cuando uno se baña en el riesgo.

Me mostraste la independencia de los rasgos y los rastros que deja cada instante, me mostraste que no son letras las que grito sino las que escriben el eco que a veces es silencio.

Me mostraste los fragmentos que en pedazos varios laten al compás de un orgasmo y me mostraste la unión de un todo al entregar el corazón en y por encima de la piel.

Me mostraste que puede ser perro el año que te muerde, pero tan fiel que noble te hace aprender y concluirlo habíendo encontrado el rostro tranquilo que se muestra después de haber llegado la paz en tiempos de guerra.

Me mostraste quien soy yo, me mostraste 2007 quien, quienes y qué será mi comienzo 2008.

Gracias a todos por tantas y tanto...

Tanto y tantas, tantas y tanto que tengo que tenía que tuve que tendrè que decir y he venido hoy por tanto y tantas veces que me han acompañado, que me han seguido, constatado, palpado, sentido, comprendido, alentado, si, por tantas y tanto que tengo que tenía, que tuve, por lo que tendrè he venido a decir GRACIAS.

Gracias por tanto y tantas cosas que tantas y tanto dejó mientras yo tenía aquello que tuve y tal vez tendré mas que decir y por eso hoy vengo a decirte a tí quien lee, quien está, quien perturba, inspira, describe, mimetiza, simpatiza, empatiza, a tí GRACIAS.

Gracias por tantas y tanto que dejaste en este sitio durante este año que en temporadas y en tiempo me extendiste la mano o con solo leerme proyectaste una historia, ha sido tanto y tantas cosas las que por aquí han pasado que solo he venido a decir que tengo todo un tanto de tantas cosas que agradecerles que no terminaría de escribirlas y describirlas.

Tantas y tanto que corre y sonrie, tanto que llora, tantas y tanto que aprender y mientras tanto dejo un GRACIAS TOTALES por aquellas tantas veces que tanto disfrute de su presencia.

Tanto que merecen y tantas cosas gratas que sé están por venir.

He tenido y tuve tanto que a veces se entristecieron conmigo, se apasionaron, marcharon y regresaron, hoy tendremos y tenemos una nueva historia que matizar, hoy que tantas y tanto tengo que contarles he venido no antes de explayarme a decir GRACIAS.

Gracias una y tantas veces más pues no soy cartero que no tenga a quien escribir, sino que escribo porque tengo tanto y tantas cosas que decir que tal vez y solo tal vez tendré entre líneas algo que tranquilice, enfatice o solamente desvele a mentes con un corazón que usan su alfabeto humano.

Gracias por tantas y tanto en este año.

Abraxo*

no se vuelve cuando ya uno se ha ido

Donde el cielo termina comienza mi techo, donde mi techo culmina comienzan las posibilidades, no hay estrellas mas en la estancia pues su trayecto han seguido, no hay llaves de puertas cerradas sino finales de chapas oxidadas.

Donde el techo termina comienza mi almohada, donde mi almohada culmina comienzan los sueños posibles, no hay nebulosas mas en la ventana pues su visión ha seguido el curso, no hay mas vidrios empañados sino conclusión del huracán.

Donde mi cabeza termina comienza el corazón, donde mi corazón culmina comienzo yo.

...

¿Cómo terminar cuando no hay partida?
¿Cómo partir cuando no ha habido ida?
¿Cómo irse cuando no hay término?
¿Cómo terminar de partir cuando lo que se va ya ha tenido conclusión?

Me pregunté todo este tiempo por qué tantas venidas a un cielo ajeno teniendo el mío a un paso de la ventana, me cuestioné todo este tiempo el por qué tantos regresos a una tierra vecina teniendo la mía bajo mis pies, me confundí todo este tiempo entre idas y regresos a un cielo en la tierra que no era el mío.

Todo este tiempo, sí, el tiempo en el que he aprendido, el tiempo que te marca el transcurrir de los días, ese tiempo que te remarca la pérdida de sonrisas y el tiempo que juzga el por qué tan detenida estas cuando el tiempo corre.

Corría el tiempo mientras yo terminaba de irme y partí una y mil veces concluyendo sobre finales.

Hubo tantas cosas que dejé en este tiempo entre ellas ese cielo que me aferraba a mirar, se iluminaron mis dedos cuando toqué el veneno y de sonrisas mis ojos se cubrieron cuando respiré un nuevo aire sin necesidad de abrir ventanas.

Ha pasado ya un tiempo ese tiempo en el que uno cuestiona el material de nuestro techo, en este tiempo culminó ese corazón que tanto y tan bien supo amarte y en ese tiempo descubrió que la mejor desición es la que se toma sin pensar demasiado.

Uno perdona para dejar de encarcelar heridas, dolor y ausencia, yo he perdonado con el fin no de regresar a lo que ni siquiera tiene vuelta, perdoné a mi corazón el haberme dejado seca y te perdoné a ti conmigo y me perdoné quien fui yo después de haberme herido.

Ha pasado ya un tiempo desde ese tiempo en el que decidí taparme los ojos para no recordar tu existencia, y paso poco tiempo para que volvieras a estar cerca, ha pasado tanto en tan corto tiempo, el tiempo tan corto ha sido tan largo en estaciones que perdóname que lo diga pero no ha vuelto nada de lo que perdiste y se fue.

No hay lugar al que volver cuando la ida terminó cuando dejó ir el cielo ajeno en tierras vecinas.

No hay almohada que descanse un recuerdo, discúlpame que te lo diga, no volví por el contrario mas lejos nunca he estado de ti.

Discúlpame que te lo diga pasado, el tiempo corre y hoy, hoy estoy yo aquí.