duda

Dudaba de las dudas que entre dudosas categorías desfilaban en la escalera, dudando lentamente me rodearon esas dudas de las que me había escapado por un tiempo, no dude en sentarme un momento a contemplar las dudas que me llevaron a dudar la naturaleza de lo que me había llevado al dudoso estado de la indeseable inestabilidad de poner en juicio lo que para mí era buena desición.

Decidí encontrarme con la duda porque de haberle dado la vuelta hubiese equivocado el camino, era necesario verle a los ojos y temblar con un frío en las manos sabiendose observado por las innumerables dudas presentes y pasadas que contemplaban mi estado anímico.

Dudando me analizaban y yo les observaba a detalle enumerando las razones por las que aquellas dudas se habían despejado o dispersado en el ambiente, lentamente acariciaron toda mi razón y sinrazón, suavemente me abrazaron intentando convencerme de que dudando llegaría a la verdad que tantas vueltas a veces me da.

Dudaba estar en el sitio correcto, en el momento justo cuando entré en el pánico de saber que todas esas dudas habían sido aclaradas y hoy me perseguían como fantasmas tangibles, ¨¿dónde había perdido la dirección y el camino? de vuelta a mi situación enumere los motivos por los que mis dudas eran alimentadas y ahí frente a la mas grande duda encontré tus ojos de acertiva sinceridad.

No obstaculicé mas el tiempo y sin mas preámbulo deje deambularan alrededor de mí las dudas sabiendome protegida por la certeza de mis desiciones.

El amor no tiene dudas, las dudas solo oscurecen el escenario para valorar la claridad de corazón.

Así fue como desdudada me abrace del momento en el que dudando encontré el camino a casa.