Girasoles

Como gira el Sol ellas giran, dan vuelta a la sombra y observan la luz, siguen el brillo, se iluminan y radiantes se dejan ver.

Cuando la espalda les da el Sol ellas cubren su interior, se protegen de la desazón y al día siguiente despiertan sonriéndole al amanecer, al Sol.

Siguen el trayecto de la luz, así es su naturaleza, se empapan de rayos, se bañan de claridad y cuando llega el anochecer, ellas tienen luz de reserva para contagiar a su alrededor.

Así son ellas, cual girasol que da vueltas al compás del Sol, siempre atentas de ser vistas con luz, alertas, sencillas, luminosas.

Personas parecieran girasoles ¿cierto? yo me he topado con mujeres girasol demasiadas últimamente, rostros que radiantes lucen por su paz interior, por su compromiso con ser felices, por la fuerza al luchar sin perder su lado humano y corazón.

Cuantas veces no me he topado con girasoles que me recuerdan que uno tiene en sus manos la oportunidad de seguir al Sol o marchitarse con tanta luz, cuantas veces no me han recordado los girasoles la ruta que me da tranquilidad no es la de la oscuridad.

Hoy la inspiración motora fue una personita a la cual desde hoy llamaré girasol, pensé al escribir esto en ella, un girasol cuya noche ha sido tan larga que a veces pareciera el Sol no llegará, más no por ello ha dejado de luchar, brillar y contagiarnos a muchos de esos giros y el resplandor de su interior.

Pero ciertamente va dedicado a todas las girasoles que han llegado, a esas mujeres que no dejan de poner sus ojos al cielo y sueñan, luchan, sienten, se brindan de tal forma que causan un impacto indudable en la vida personal.

Tengo un campo de girasoles ahora que lo veo.

Cuanta luz, cuantas flores, cuanto material por admirar.

Son una obra de arte girasoles, les admiro y quiero.


**Personita Girasol: sigue así, eres una gran luz, vamos!!! me enseñaste a luchar, no desistamos, el día llegará. Mientras tanto sigamos al Sol y captemos los mas rayos posibles para sonreír y seguir.*