invisible hit counter Mente d un corazón descrita c/un alfabeto humano: abril 2009

abril 29, 2009

Pezca



Tenía mojados los pies y húmedas las manos, a ojos secos cicatrizaba el acertijo.

Laberinto sin brújula, navegante con barco en vela, desveladas sus manos curaban el sueño.

Tenía pies húmedos y mojadas las manos, acertijo que recién cicatrizaba mostraba una mirada lluviosa en un desértico paisaje.

Brújula en un mar de respuestas, despertar entre manos expuestas en un laberinto de sueños.

Tenía manos mojadas de hastío y los pies con sed de viaje, árido acertijo mostraba unos ojos secos.

En vela un barco se dejaba llevar entre manos entrelazadas que unían la humedad de aquellos sueños, voces desérticas, miradas emplumadas, costa de río con aire de laberinto.

Carnada de risas en un mar donde sus pies se humedecían en el vino que sus palabras destilaban.

Noche de poesía, mirada vagabunda, navegante que cuenta estrellas a ojos repletos de aroma de lluvia.

Manos atadas a una pesca imaginaria, ecos distantes, distintas humedades que crean el acertijo que cicatriza apenas.

Laberinto de respuestas, noche de guía con navegante que se extingue al morder el anzuelo.

Costa de pisadas, su mente expandida entre las estrellas que guían un navegante sin barco.

Anzuelo de sueños, voces a lo lejos.

abril 23, 2009

ventilador



Tenue, imperceptible, el viaje sin dulces, el crepúsculo sin historia pensada, tenue el viaje imperceptible que contaba una historia en el crepúsculo, dulce viaje con tenues tonalidades, el sonido de la brisa con sonrisa que te hace llegar a mojarte los ojos, viajaba sin dulces de por medio, sin hojas de té, sin historias en la mente, con tenues síntomas de perceptible aire a viajero y con los pies sueltos del piso, viaje con silbido de aspas ventiladoras, refrescando la cabeza y ajustando los tornillos que faltaban por afianzar, sin historia pensamiento tenue su búsqueda hallada en aspas desprendidas de su naturaleza.

Imperceptible viaje sin dulces con naturaleza incolora cuya búsqueda hallaba los ojos al cielo y los pies tan lejos del suelo que pareciera podían tocar el crepúsculo que enmarcaba el color de sus pupilas, lejos, cerca, alejado y lejano, no importaba la distancia, el tenue viaje se impregnaba de historia, de risas, de sonrisas que mojaban la almohada con brisa de pupila.

Sonreía mientras sus ojos miraban al cielo, aspas brillaban en el techo cuando sus pies volaban lejos del suelo y sin dulces ni dulzura se encamino a viajar en su propio espacio, sin compañia ni compañero viento que le recordase el clima de vuelta.

En el ambiente aire que hacia rodar y revolcarse los papeles que con roles había seguido, lo que resguardaba la mesa y las cartas sobre ella, sus pupilas fijas y a la vez fijando un lugar en el crepúsculo que sin historia contaba las tonalidades que sus pupilas en el viento se lograban redactar.

Viento, fresco, viaje.

Viajaba recostada en el tiempo, viento que aspas producían, fresco que sus ojos captaban, película en un viaje sin dulce, sin dulces, sin aroma...

Ventilador...

abril 07, 2009

rasguño



Y me pregunté cuestionándome el por qué de la incognita, y me cuestioné al buscar el por qué de mi pregunta.

Me revolví en esas hojas que ya han caido de la memoria y me revolque en las páginas de los árboles que fructificaron en eso que hoy es historia.

Me cuestioné al buscar la pregunta a la respuesta que en mi corazón estaba y el por qué me cuestioné al llegar a ese sitio en donde los embrujos de las preguntas salen sobrando, sostuve mi mano a tu tronco y fue cuando solo suspire pensando que era un sueño.


. . .

¿Cómo fue que llegamos hasta aquí?

Esa fue la respuesta a la dirección que hoy es huella, ha sido larga la caminata para encontrarnos en este sitio en el que paralelos los trazos han hecho perpendicular un lazo, y es que la dirección que hoy es respuesta y aquella huella que camina de mi lado ha hecho que hoy encuentre en tu recuerdo un respaldo que hace sonreír al sitio que hoy es retrato.

Y retrato la fotografía de tu abrazo sosteniendo en la palma la sinceridad con la que se acaricia y entre humo se forma el sentimiento constante que volátil vierte su amorfa conjugación.

Será que es pregunta la respuesta que ambos sabemos y que los cuestionamientos melancolía no absorben, pues entre nosotros no hubo un telón que ocultase al público lo que se sentía como amor, y es que respuesta es la pregunta que me hizo sonreírme al cuestionarme el por qué llegamos a este punto en el que el sitio hoy es retrato y tu abrazo sigue sosteniendo en días mi sonrisa.

Y es que fotografías mi cariño que acaricia amistad que hoy es la forma tangible de ese aroma que de amor y mieles transformó su cara.

Hoy que pensé en pensarte sin quererlo así o haberlo planeado, hoy que como ayer no planee pensarte ni responderte aquella incógnita que el calendario ya tiro en la página quise venir a dar gracias por ser perpendicular a tu camino, por el trazo que dibuja en mi vida, por tu esencia que se mantiene constantemente cálida, por la sinceridad en escenario y por las escenas que siguen pasando.

Y es que tú fotografías ese tipo de instante en el que uno puede recurrir sin sonrojarse, ese en el que se sabe querida, ese en el que se puede caminar descalza.

Hoy te pensé sin así haberlo planeado y vine aquí para decir te quiero, para decirte Gracias por fotografiar tu tiempo en el mío.

abril 06, 2009

caja de zapatos



Entre el polvo, el calcentín sin par, entre la araña y los hilos que anidan las cartas que arraigan recuerdos, entre la época y el clima a desorden que a veces cuesta tanto trabajo organizar, entre el polvo que sin par busca una telaraña donde anidar, entre los recuerdos que buscan emparentarse en la realidad, entre el trabajo de reordenar y entre la tarea de no encontrar.

Entre la caja llena de tanto vacío y entre las cosas que buscan un lugar, entre las hojas color amarillo, entre mis ojos color respirar, entre lo lleno de este lugar y entre tanto espacio que busca no hallar, entre el amarillo del olor a guardado, entre los zapatos que narran su caminar.

Entre las múltiples sumas al restar, entre las divisiones que absorbe el decidir, entre las palabras que dividen corazones, entre las restas en el tiempo real, entre la suma de tanto que describir y entre lo descrito que deja el escribir, entre la multiplicación de razones sin razón, entre las añadiduras a este corazón, entre el polvo de una caja de zapatos, entre el escondite bajo mis pies, entre la pared que divide horizontes, entre la ventana que muestra el porvenir.

Entre el polvo, ahí encontré la caja de zapatos que guardaba con tanto cuidado, sabía algún día sería de gran utilidad o tan solo me ayudaria a recordar el por qué almaceno aquello que me ha hecho sonreir, atesoré esa caja con tanta cautela que no supe que poner en su interior, así que en aquel momento la llene de nada para que en algún tiempo cumpliera su misión, y fue así como esta tarde la caja de zapatos se lleno del vacío que se había acumulado por tanta ciudad, por el smog que te hace sollozar los oídos, por el equipaje que insistes en cargar, por tanto de nada que se llega a acumular, hoy se lleno del vacío que me hubiese podido dejar la humanidad, porque no hay mejor terapia que la que uno sabe recetarse ni hay mejor alivio que buscar debajo de los pies que te sostienen.

Entre el polvo y a gatas encontré la caja con olor a cachorro, entre las voces y el estornudo de las ideas, entre las letras que aún no tienen permanencia, entre los zapatos que han pisado sin querer y entre los huecos que se han llenado de cosas inútiles, entre todo la caja de zapatos se lleno de nada y finalmente cambio de residencia.

abril 02, 2009

Fondo



De no haberte conocido aun caería y me avergonzaría ignorante ser en el arte del otro lado por temor al abismo, caer contigo y sin vergüenza poder ignorar el arte de lo cotidiano, caer sin trampa, sin alas, sin desear mas alla que caer a ciegas, cumplir con el cometido que no se sabe hasta que se ha cumplido, cayendo a la velocidad que el corazón dicta y dictando las estrofas de una historia propia sin esperar que el narrador añada los puntos y las comas.

Hay un silencio, tal vez incomoda saber que no me avergüenzo de saber lo ignorantes de los ojos que observan en rededor, tal vez incómoda la posición que he adoptado después de tanta caída, mas libre he sido y soy, no me arrepiento de los raspones, de la tierra que aun tengo en los oídos, mas estoy tranquila de saber que esa tierra no ata mi corazón.

Hay un silbido que tal vez se ha colado a mi mente entre tanto vacío en las paredes que cubren esta escena, por ese sonido no me avergüenza decir que no he tapado mis oídos para escucharte claramente, pero ruido, solo ruido has venido a gritar al abismo y no distingo entre lo irreal de las ondas y el eco de tu silencio.

Estuve ahi, brinque y me dejé llevar como hoja que se deja pasear por el viento sin importar lo ligera que pueda pensar el roble que ha sido su trayecto, se perfectamente que sin vergüenza en cada fibra he vivido la explicación que solo yo se me recorría en cada sentido, estuve ahí donde da vuelta el horizonte para mostrarte que hay mas dimensiones que las que un escritor puede describir y mas significados de los que se pueden decifrar.

Grite sí, porque entre tanta soledad deseaba conquistar la mía propia para saberme sin gramo de esa atmósfera que a veces recubre la superficie.

Sin sobre cargo, sin explicación te agradezco a tí por no haberme invitado a tocar ese fondo que al principio cae de peso, te agradezco por definir con arquitectura tan específica lo humano del riesgo y por enfatizar en mí la naturaleza de andar.

Ando nómada en cada sueño más no por ello no comprometo las huellas, en cada huella exploro y aprendo, en cada paso un sueño nace y por ello comprendo lo nómada que es mi sombra y lo tangible que es mi paso, no paso de largo como pasan las temporadas de calor y frío ni como se definen las personas en un perfil conocido, no busco las palabras que halaguen tu oído ni pretendo los lugares que apartan mientras esperan la función, vivo en escena y en el escenario sin importar si moriré o terminaré abrazada a un buen momento.

Desabotono los recuerdos que en algún tiempo son el ancla que no permite ver el cielo, desbarato las uniones que han sido afianzadas por palabras y despeino el matiz con el que comencé un día con colores grises.

De no haberte conocido aún caería, hoy que sabes la historia sin cambiar finales, hoy que te apenas al encontrarme sin sonrojo, te agradezco haberme esperado durante tanto tiempo, por no haberme aventado cuando tal vez debía ser el momento, por las noches en las que solo recibiste mi visita sin obligarme a quedarme porque era necesario.

De no haberte conocido aún caería, gracias abismo.

Nómada mi espíritu, libre...