platicar, salir, co_mer

Platico y narro eso que no es de saliva y solo verso, te platico la poesía que encamina ese pedazo de cielo y aquel trozo que de entre piel y letras no para de caminar.

Te platico y narro eso que no fue saliva que se desperdició en un verso, te platico la poesia que camino por aquel trozo de piel y que entre letras encamino a un pedazo de cielo.

Les platico y narro ese momento con saliva conjugada en verso, les platico la rima que un trozo de cielo encamino la piel y narro con letras el camino.

Salgo y conozco el nuevo rostro del mismo lugar acompañada de un diferente aroma, salgo y redescubro esa cara que tan conocida me parecía, salgo de las letras para comenzar a narrar.

Salgo contigo y de nuevo el lugar se combina con el nuevo rostro, me acompaña el aroma que diferente redescubre la cara que tan desconocida parece, salen las palabras para comenzar la narración.

Salgo con ustedes y el lugar nuevamente combina con el rostro distinto, se sienta a mi lado el aroma distinto que insiste en descubrir en mí la cara de aquel retrato conocido, y sale de mi boca una narración corta.

Y me Co_mo palabras, masticando una historia.

y vienes con tiempo líquido en la era del hielo

y entonces el tiempo se hace líquido, no se que pasa que no mas razones tengo y pretextos pongo al tener en mis manos un tiempo que no me pertenece.

Años pasan y han caminado y permaneces viéndome como si se hubiese detenido en esa imagen que justo hacía que te mantuvieras inerte, solo mirándome.

Y me miras y siento el líquido tiempo correr entre mis manos y miro como extrañado contemplas el paso y observo como te extrañas de ver los cambios en el vecindario.

Y miro como han pasado los años y sigues mirando mi tiempo como si se hubiese detenido en ese preciso momento que te mantuvo inerte.

Camino extrañada de tanta dulzura y confianza sustentada en el recuerdo, has guardado en tu bolsillo esa esperanza tuya de mantenerme intacta y así justo con esa imagen yo me quedo congelada.

Miro confusa tu mirada fija brillante y me siento intimidada por el pasado que me traes tan fresco y tan sincero, has guardado de mí lo mejor de aquellos tiempos, me has perpetuado y extrañado miras los cambios en el calendario.

Regresas y llegas como si no existiese el pasado y como si justo el presente le perteneciera a ese probable momento que congelaste.

Extrañada me encuentro y en mis manos el tiempo que líquido corre...

LF: No pretendo, no prometo, no estoy en "el momento" que quizieras estuviera, no me encuentro en aquel recuerdo congelado, no soy el fiel retrato que guardaste en la cartera y me siento intimidada ante aquel pasado de mí que en toques rosas e inocentes se forja, me siento intimidada al saber que esperas de mí un pasado que hoy no existe en copia exacta...

porque donde hubo fuego...

...cenizas se guardan.


Se empezaban a oír pasos en la azotea en donde las pisadas cada vez más fuertes comenzaban a dar dolor de cabeza y la azotea tan cerca del cuarto hacía evidente el paso de los años.

¿Quienes se creen esos pasos?

Los pasos que creían ser pisadas cuando en realidad siempre habían sido huella, y se creían tan seguros que olvidaron su real naturaleza.

Y comenzaba a oírse el ruido en esa cabeza cuando la azotea dejo de dar sonidos y dejo descansar el murmullo de la ciudad.

Se empezaban a oír pasos en mi azotea cuando en el techo del cuarto leí aquel relato que simplificaba en líneas el porque donde hubo fuego los pasos no quieren ser cenizas.

Modelo mientras escribo y se modela un cambio aproximado, son tantas las veces en que se han ido esos pasos en la azotea y tantas las huellas que regresan que parece un juego de fuegos cruzados, mas tan enlazados los caminos no importara entonces disparar la distancia.

Las brechas no siempre kilómetros, sino trayectos distintos.

Se empezaban a oír pasos y mi sentido del oído desencadeno este escrito, tal vez sea que escucho demasiado aquello que conozco y aunque la luna me llame a diario no dejo de rozar la tierra.

Porque donde hubo fuego los pasos no quieren ser cenizas, tomaré ese balde de agua fría, abriré esa puerta de salida.


Bien dicen que todo a su tiempo llega, los cambios me sientan bien, es hora de abrir las puertas que me dan entrada...

matizz y su mente en la luna...

No estoy en la luna, ese es el primer paso, pero mis pies siguen colgando y el suelo no pisan, ¿será que vivo en un sueño? o ¿será que mi sueño se ha tornado vida?

Mis pies se columpian dejando a sus anchas disfrutar los sueños, la tierra a distancia y distanciados los versos, mis pies en la luna con mi mente en la tierra y mis sueños en tierra viviendo su era.

No estoy en la luna es mi primera razón, pero he de decir que las razones no bastan cuando me siento en el columpio de esa tan libre imaginación.

Estoy en la tierra de lo imperfecto humano, en esa tierra que sin permiso hace que caiga, patine y resbale, estoy en el lugar que de principio cree y estoy en el sitio en el que mi sueño es vida y la vida es mi sueño.

Estoy en la luna aunque lo niegue mi mente y el hombre conmigo que viaja sin rostro maravilla mis ojos no tanto como mi oido, y no existe nada, no existe vacío, existen mis pies columpiandose de los sueños.

Sentada en la posibilidad de saberse en la luna, descansando en la realidad de saber la mente en la luna, asentando la realidad de que la luna existe y que tiene grabado un nombre, el mío.

No estoy en la luna en esa la luna que todas las noches miran los ciegos, estoy en esa luna que colapsa tus sueños, en la luna que osada se mete en los poros y te hace viajar tanto que dejas de pensar si es imaginación o verdad.

Vivo en la luna y no estoy en ella, tal vez sea un sueño, o puede que el sueño sea vida y mi vida es un sueño, así que no me despiertes Común, que lo corriente toca el suelo y mis pies se columpian solo entre sueño y sueño.